This editorial identifies and analyzes common errors in scientific writing detected in manuscripts received by a medical journal. The objective is to improve the quality of submitted texts. The main regulatory errors include: incorrect use of quotation marks around institution names (not required according to the Pan-Hispanic Dictionary of Doubts), incorrect capitalization after colons, and incorrect alternation of upper and lower case letters in disease names (only eponyms are capitalized) and medications (lower case for the active ingredient, upper case for the brand name). Likewise, there is an inappropriate use of parentheses and brackets, which hinders comprehension. At the textual level, sloppy syntax, redundancies, and verbosity are common, affecting the clarity of the message. The study concludes that the main cause of these errors is not only a lack of awareness of linguistic norms, but also the authors' lack of habit of thorough review before submission.
Scientific Writing, Linguistic Errors, Editing, Scientific Journals, Scientific and Technical Communication
Las revistas científicas en el mundo han alcanzado un auge extraordinario con el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, su misión en la publicación de resulta-dos va más allá del reconocimiento personal para convertirse en una necesidad. Sin embargo, el camino de la redacción científica es tortuoso y algunos prefieren quedar en el anonimato an-tes de enfrentarse a él. Otra parte considerable de investigadores apuestan por llegar a la meta aun a sabiendas de sus carencias en torno al lenguaje. La revista 2 de Diciembre, recibe muchos artículos de profesionales y estudiantes, tanto a unos como a otros se les devuelven, para corregir, sus manuscritos revisados en los que se detectan errores en el orden normativo y textual. Esta editorial asume la encomienda de reflexionar acerca de algunos de estos errores detectados por las correctoras de estilo de la Revista con el fin de perfeccionar la calidad de la redacción de los textos enviados. El primer error que aparece en la mayoría de los manuscritos es el uso de las comillas en los nombres de las instituciones: Hospital Psiquiátrico “Manuel Fajardo Rivero”, Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo “Celia Sánchez Manduley”, Hospital Ginecobstétrico “Fe del Valle Ramos”. Las reglas ortográficas de las comillas recogidas en el Diccionario Panhispánico de Dudas no mencionan el uso en el nombre de instituciones, ya sea nombre propio de persona o no [1] . En respuesta a una duda sobre este particular en la sección de consultas del Castellano Actual se esclarece a un lector: “... Ninguna regla sobre las comillas explica que este signo ortográfico deba usarse para encerrar los nombres propios de lugares. Por tal razón, los ejemplos que mencionas deben ser escritos sin comillas”. [2] Siguiendo la línea de los signos de puntuación es necesario destacar que en un por ciento elevado de artículos se usan los dos puntos seguidos de letra mayúscula, sobre este particular la Real Academia de la Lengua Española (RAE) recomienda usar la minúscula y solo en casos excepcionales la mayúscula. La Fundación del Español Urgente (Fundeu) adscrita a la RAE explica: “Después de dos puntos se escribe mayúscula en los siguientes casos:• – Cuando se pase a escribir en renglón separado, es decir, cuando se use punto y aparte.• – Cuando se cierre una fórmula de cortesía, como en «Estimado Sr. Castro: Me dirijo a usted...».• – Cuando se introduzca una cita textual, como en «según el art. X del Estatuto del Consejero: «Los consejeros están obligados...».• – Cuando se citen sentencias, decretos, edictos, etc.• – Cuando la palabra que sigue es un nombre propio” [3] .
Otro error que se repite con cierta regularidad es la alternancia de las mayúsculas y minúsculas en los nombres de las enfermedades y medicamentos. Según la RAE solo se escriben con mayúsculas las enfermedades cuando su nombre se refiere a la persona que la descubrió. “Sí se inician con mayúscula los nombres propios que siguen a expresiones como síndrome de, mal de, enfermedad de o similar (enfermedad de Kawasaki, síndrome de Down, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob), o a veces las identificaciones que, a modo de código, especifican variantes (gripe A)”. [4] En el caso de los medicamentos, tal como explica la ortografía académica, “...los nombres de los principios activos de las medicinas, es decir, el medicamento propiamente dicho, son comunes y se escriben con minúscula inicial”; en cambio, “los nombres comerciales registrados de los medicamentos, al igual que sucede con las marcas, son nombres propios y deben escribirse con mayúscula inicial” [5] .El uso inadecuado de paréntesis y corchetes se aprecia en algunos manuscritos, esto puede causar confusión en el lector y entorpecer la comprensión del mensaje, por ejemplo: El 5-FU... También se utiliza para tratar la QA (de tipo no hiperqueratósica y no hipertrófica (grado I y II de Olsen) y los cánceres de piel superficiales de células basales y escamosas, de forma tópica 1 a 2 veces al día. En el fragmento anterior se deben utilizar los paréntesis y corchetes pues aparece una explicación dentro de otra [6] , también se ha desorganizado el orden lógico de los elementos dentro del texto, se aconseja una redacción similar a la siguiente: El 5-FU... También se utiliza, de forma tópica 1 a 2 veces al día, para tratar la QA (de tipo no hiperqueratósica y no hipertrófica [grado I y II de Olsen]) y los cánceres de piel superficiales de células basales y escamosas. La sintaxis descuidada afecta de manera particular la calidad de los trabajos enviados. Se presentan algunos fragmentos representativos: En la opinión de Goel R et al (...) alegan que varios mecanismos propuestos por diversos autores sobre la asociación entre el grupo sanguíneo ABO y la infección por SARS-CoV2.En este caso hay una redundancia en la frase «en la opinión de» y la forma verbal «alegan», se ha omitido además otra forma verbal. Se propone a los autores el siguiente modelo: En la opinión de Goel R et al (...) existen varios mecanismos propuestos por diversos autores sobre la asociación entre el grupo sanguíneo ABO y la infección por SARS-CoV2.En este otro ejemplo:«...Teniendo en cuenta un análisis clínico muy cuidadoso de Hoiland et al (...) de pacientes canadienses críticamente enfermos, reveló que los pacientes de los grupos sanguíneos A y AB presentaron un mayor riesgo de requerir ventilación mecánica, terapia de reemplazo renal continua e ingreso prolongado a unidades de cuidados intensivos que los pacientes de los grupos sanguíneos O y B.» La idea central del texto es confusa debido al error de concordancia entre el plural de los autores representados por et al y el verbo reveló. Se recomienda redactar de la siguiente forma: Mediante un análisis clínico de Hoiland et al (...) en pacientes canadienses críticamente enfermos, se pudo constatar que los pertenecientes a los grupos sanguíneos A y AB presentaron un mayor riesgo de requerir ventilación mecánica, terapia de reemplazo renal continua e ingreso prolongado a unidades de cuidados intensivos que los pacientes de los grupos sanguíneos O y B. Algunos de estos ejemplos se pueden modificar organizando adecuadamente las ideas, en otros casos es necesario que el propio autor se encargue pues se corre el riesgo de desvirtuar la información. Se puede expresar la idea del texto que aparece a continuación eliminando una serie de palabras que conllevan a la verbosidad (uno de los errores más comunes en la redacción científica). Se agrega a esto el uso incorrecto de la frase en relación a, que debe expresarse como indica la RAE: con relación a o en relación con [7] .«Thiesen et al (...) plantean que al comparar pacientes con maloclusiones clase I, II y III, en relación a las diferentes intensidades de asimetría, se encontró que no hubo diferencias en las variables analizadas para simetría relativa y asimetría moderada.» Redacción recomendada: Thiesen et al (...) en un estudio comparativo de pacientes con maloclusiones clase I, II y III, con relación a las diferentes intensidades de asimetría, no encontraron diferencias en las variables para simetría relativa y asimetría moderada. En los manuscritos revisados se revelan varios de estos ejemplos y otros que merecen un análisis más exhaustivo; la causa fundamental de la ocurrencia está, a juicio de los autores de este artículo, no solo en el desconocimiento de algunas normas del lenguaje sino también en el poco o nulo hábito de revisión
En los manuscritos seleccionados para la recopilación de los errores más frecuentes se detectaron: uso incorrecto de comillas, paréntesis y corchetes, indiscriminada utilización de mayúsculas y minúsculas en enfermedades y medicamentos, sintaxis descuidada, entre otros. Se valora para este estudio como una de las causas más probables la casi nula autorrevisión de los autores.
Redacción - revisión y edición: Ismara Zamora León, Annia Yanet Vazquez Ponce
Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.
Los autores no recibieron financiación para el desarrollo del presente artículo.
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