REVISTA: Revista Científica Estudiantil 2 de Diciembre
REVISTA REDUCIDO: RevDosDic
ISSN: 2788-6786
RNPS: 2490
RECIBIDO: 2025/01/11
ACEPTADO: 2025/02/26
PUBLICADO: 2025/03/02
VOLUMEN: 8
0
CITAR COMO: Aparicio Suárez JL, Quesada Fernández EM. Errores en la práctica médica cubana. Revdosdic [Internet]. 2025 [citado: fecha de acceso]; 8(2025): e579 [aprox. # p.]. Disponible en: https://revdosdic.sld.cu/index.php/revdosdic/article/view/579

Errores en la práctica médica

Errors in medical practice

José Luis Aparicio Suárez1
Évora María Quesada Fernández2
1 Ministerio de Salud Pública.La Habana, Cuba.
2 Universidad de Ciencias Médicas de Granma.Granma, Cuba.

Contenido

En la práctica médica, la ocurrencia de errores es un fenómeno complejo que puede tener repercusiones significativas en la salud del paciente y en el sistema de atención médica. Los errores más frecuentes suelen abarcar diversas áreas, incluyendo diagnóstico, tratamiento, comunicación y procedimientos. La Dirección Nacional de Posgrado del MINSAP considera oportuno hacer referencia a aspectos fundamentales del tema, a la vez que exhorta a contribuir u opinar.

Uno de los errores más comunes es el diagnóstico erróneo; puede surgir por falta de información adecuada, sesgos cognitivos o insuficiente consideración de las condiciones del paciente.

Las consecuencias pueden incluir retrasos en el tratamiento, progresión de la enfermedad y, en casos extremos, mortalidad.

En el ámbito del tratamiento, los errores de medicación son prevalentes; pueden deberse a confusiones en la nomenclatura de fármacos, incumplimientos en la administración (por olvido o deliberadamente), dosis incorrectas o interacciones no reconocidas entre medicamentos.

Las repercusiones pueden ser desde efectos adversos leves hasta reacciones graves que amenacen la vida del paciente.

La falta de comunicación efectiva entre los miembros del equipo de atención médica es otro factor que contribuye a errores; puede manifestarse en la transmisión inadecuada de información sobre el estado del paciente o en la falta de claridad en las órdenes médicas.

La consecuencia de esta deficiencia comunicativa puede ser la repetición de pruebas innecesarias, tratamientos inadecuados o incluso errores quirúrgicos.

Los errores quirúrgicos, aunque menos frecuentes, son particularmente graves y pueden incluir operaciones en el sitio incorrecto o la realización de procedimientos innecesarios.

Estas situaciones suelen estar asociadas con fallas en los protocolos de verificación y pueden resultar en complicaciones severas para el paciente.

El manejo inadecuado de la historia clínica también es un error común. La falta de actualización o la omisión de datos relevantes pueden llevar a decisiones clínicas basadas en información incompleta.

Las consecuencias pueden incluir diagnósticos erróneos y tratamientos inapropiados.

La falta de adherencia a las guías clínicas basadas en evidencia puede dar lugar a prácticas desactualizadas o ineficaces.

Esto puede ser resultado de una formación insuficiente o de resistencia al cambio por parte del personal médico.

El agotamiento y el estrés entre los profesionales de la salud son factores que contribuyen a errores en la atención.

La sobrecarga de trabajo y las largas horas pueden afectar la concentración y el juicio clínico, aumentando así el riesgo de cometer errores.

Es fundamental implementar estrategias para minimizar estos errores, como programas de superación continua, sistemas de verificación y protocolos estandarizados. La creación de una cultura de seguridad en el entorno médico también es esencial para fomentar la comunicación abierta y el aprendizaje a partir de errores previos. La identificación y el análisis sistemático de los errores son pasos cruciales para mejorar la calidad de la atención y garantizar la seguridad del paciente.

Los errores, además de lamentables, son evitables.

Para evitar errores y horrores en la práctica médica, en los diferentes niveles de atención, la Dirección Nacional de Posgrado del MINSAP sugiere una serie de medidas y prácticas que pueden mejorar la seguridad del paciente y la calidad de la atención.

Fomentar una cultura de seguridad en la atención médica que priorice el bienestar del paciente.

Implementar protocolos estandarizados para el manejo de condiciones comunes y emergencias.

Realizar una superación continua para el personal médico y de enfermería sobre mejores prácticas y actualizaciones en tratamientos.

Promover la comunicación efectiva entre los miembros del equipo de salud.

Utilizar listas de verificación para procedimientos quirúrgicos y diagnósticos.

Incorporar la tecnología de manera adecuada, como sistemas electrónicos de registro médico.

Realizar auditorías periódicamente para identificar áreas de mejora en la atención.

Fomentar la participación activa del paciente en su propio cuidado.

Establecer un sistema de reporte de incidentes sin temor a represalias.

Implementar estrategias de prevención de infecciones en todos los niveles de atención.

Asegurar que se realicen revisiones adecuadas de medicamentos antes de su administración.

Promover el trabajo en equipo interdisciplinario para abordar las necesidades del paciente de manera integral.

Mantener una comunicación clara y abierta con los pacientes sobre su diagnóstico y tratamiento.

Establecer protocolos para la transferencia segura de información entre niveles de atención.

Evaluar regularmente la carga de trabajo del personal para evitar el agotamiento y el error humano.

Utilizar herramientas de apoyo a la decisión clínica para guiar el diagnóstico y tratamiento.

Realizar seguimientos adecuados después de altas hospitalarias para asegurar continuidad en la atención.

Incorporar la telemedicina como una herramienta complementaria en el seguimiento de pacientes.

Fomentar el uso de registros médicos completos y precisos.

Implementar programas de educación para pacientes sobre su condición y tratamiento.

Evaluar y gestionar adecuadamente los riesgos asociados a procedimientos invasivos.

Asegurar que se realicen pruebas diagnósticas necesarias antes de iniciar tratamientos.

Fomentar la revisión por pares como una práctica habitual en el entorno clínico.

Establecer un sistema claro para la gestión de consultas y tiempos de espera.

Promover la transparencia en la comunicación sobre errores o eventos adversos ocurridos.

Utilizar tecnología para mejorar la identificación de pacientes, como códigos de barras o pulseras electrónicas, cuando sea posible y factible.

Fomentar un ambiente donde se valore el aprendizaje continuo y la mejora en la práctica médica.

Implementar programas de mentoría para nuevos profesionales en su campo del saber.

Asegurar que se realicen evaluaciones adecuadas del estado mental y físico del paciente antes de intervenciones.

Desarrollar protocolos específicos para el manejo de enfermedades crónicas.

Asegurar que todos los profesionales estén preparados en resucitación cardiopulmonar y manejo de emergencias.

Fomentar el uso adecuado de antibióticos y la prevención de la resistencia antimicrobiana (RAM).

Implementar un sistema para evaluar la satisfacción del paciente con respecto a su atención.

Establecer políticas claras sobre el manejo y almacenamiento seguro de medicamentos.

Promover la comunicación entre equipos médicos.

Realizar superaciones regulares sobre ética médica y consentimiento informado.

Asegurar que se realicen revisiones del equipo médico y tecnológico utilizado.

Establecer un protocolo claro para el manejo del dolor en los pacientes.

Fomentar el uso de escalas validadas para evaluar síntomas y condiciones clínicas.

Proporcionar recursos adecuados para los cuidados paliativos y el manejo del paciente al final de su vida.

Implementar un sistema efectivo para la gestión del tiempo.

Realizar sesiones de discusión de casos clínicos entre profesionales.

Promover la investigación y actualización en nuevas terapias y tratamientos.

Establecer un protocolo claro para el manejo de alergias y reacciones adversas a medicamentos.

Asegurar que se realicen revisiones periódicas del cumplimiento normativo en las instituciones.

Fomentar un ambiente donde se valore la diversidad cultural y las creencias del paciente.

Implementar un sistema eficaz para la gestión de quejas y reclamos por parte de los pacientes.

Establecer protocolos claros para el manejo de pacientes con enfermedades infecciosas.

Fomentar el uso adecuado del consentimiento informado, asegurando que los pacientes comprendan sus opciones.

Implementar un programa de bienestar para el personal médico, promoviendo su salud física y mental.

Promover el uso responsable de recursos médicos, evitando procedimientos innecesarios.

Establecer un sistema eficaz para la gestión del seguimiento postoperatorio.

Asegurar que se realicen las actividades de superación sobre el manejo adecuado de dispositivos médicos.

Fomentar el uso de prácticas basadas en evidencia en todas las áreas clínicas.

Implementar un programa continuo de revisión y actualización de protocolos clínicos.

Asegurar que se mantenga una comunicación efectiva con familiares durante el proceso de atención.

Establecer políticas claras sobre el manejo del estrés y agotamiento profesional en el personal médico.

Promover la inclusión de pacientes en comités consultivos sobre atención médica.

Realizar simulacros regulares para preparar al personal ante emergencias médicas.

Fomentar el uso adecuado del lenguaje técnico, asegurando que los pacientes comprendan su diagnóstico.

Implementar un sistema efectivo para la gestión del historial médico familiar del paciente.

Asegurar que se realicen revisiones periódicas sobre la efectividad de los tratamientos implementados.

Promover el uso responsable de pruebas diagnósticas, evitando sobrecargas innecesarias a los pacientes.

Establecer protocolos claros para el manejo seguro de pacientes con condiciones críticas o inestables.

Fomentar una cultura organizacional que valore el feedback constructivo entre colegas.

Implementar programas educativos sobre salud pública y prevención en comunidades locales.

Proporcionar recursos adecuados para la formación continua en habilidades comunicativas.

Evaluar regularmente las instalaciones físicas para asegurar un entorno seguro para los pacientes.

Promover un enfoque centrado en el paciente, considerando sus preferencias y necesidades individuales.

Establecer políticas claras sobre el uso adecuado de redes sociales por parte del personal médico.

Fomentar un ambiente donde se valore la innovación y nuevas ideas en la práctica médica.

Implementar estrategias efectivas para reducir las tasas de readmisión hospitalaria.

Asegurar que se mantengan registros precisos sobre las intervenciones realizadas a los pacientes.

Promover una cultura organizacional que valore la colaboración entre diferentes especialidades médicas.

Establecer sistemas claros para garantizar la privacidad y confidencialidad del paciente.

Fomentar el aprendizaje interprofesional entre diferentes disciplinas dentro del ámbito médico.

Realizar revisiones periódicas sobre las políticas institucionales relacionadas con la atención al paciente.

Asegurar que se mantenga un enfoque proactivo hacia la identificación y gestión del riesgo clínico.

Promover iniciativas comunitarias que fomenten estilos de vida saludables entre la población.

Implementar programas específicos para abordar las necesidades de poblaciones vulnerables.

Fomentar una comunicación clara sobre expectativas y resultados esperados con los pacientes.

Realizar investigaciones sobre errores médicos comunes y sus causas subyacentes.

Desarrollar programas educativos dirigidos a estudiantes de medicina y otras carreras de ciencias médicas sobre seguridad del paciente.

Promover un enfoque holístico en el tratamiento, considerando aspectos físicos, emocionales y sociales del paciente.

Ciencia y conciencia se requieren, para prevenir negligencia e imprudencia.

CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

JLAS: conceptualización, análisis formal, investigación, administración del proyecto, borrador original, supervisión.

EMQF: investigación, metodología, administración del proyecto, redacción, supervisión.

CONFLICTOS DE INTERÉS

Los autores declaran que no existen conflictos de intereses.

FINANCIAMIENTO

Los autores no recibieron financiamiento

Copyright 2025 José Luis Aparicio Suárez et al.

Este es un artículo publicado bajo una licencia del Creative Commons